De hombres y confusiones.

Los hombres son, irremediablemente, una fuente de problemas. En otra situación habría meditado un poco antes de escribir tal afirmación, pero en estos momentos tengo la firme convicción de estar en lo correcto.
Ah!, y las amigas también.
En los últimos meses he tenido la oportunidad de reencontrarme con mis antiguas amigas, a quienes quiero mucho, pero extraño que me apapachen como hacían mis amigos en Santiago. Las chicas suelen verte como una igual, así que no te regalonean como los amigos, pero cuando veo que las cosas vuelven a la normalidad y aparece un amigo apapachador... chan chan!!!! vienen mis amigas mal pensadas y arman su teleserie...
Broche de oro: publican comentario comprometedor y foto incluida. Y aquí entra el papel del varón: mi pololo pasándose rollos y poniéndose celoso.
Ya, ok, explicaciones varias para allá y para acá. Asunto superado: no quiero paracerle atractiva a nadie más en este mundo y así no tener problemas con nadie más.
¡¡¡¿Qué?!!!!!
Esta tarde caminaba a la Universidad cuando un tipo me saluda. Lo miré, pero no lo conocí, así que seguí como si nada. Una cudra y media más allá, siento una voz que me dice: "¿Cómo te llamas?_ Si esto no es una maldición no se qué es. Se trataba del mismo tipo, que le dió por seguirme. Fui seca, cortante y muy, pero muy pesada con él. ¿Qué se creen los hombres? Porque ni siquiera es la primera vez, pues ya en Santiago viví una situación igualita, y un par de otras similares.
Francamente no quiero saber más de los hombres, ni nada que les pueda pasar por la cabeza. Me harté.