Algo que últimamente no ocurre...

El día de hoy fue maravilloso. De hecho, fue lo más cercano a una día perfecto dentro de lo que puedo aspirar. Aunque había dormido poco debido a las incontables veces que mi sobrina me destapó anoche (y a lo tarde que me acosté, he de reconocerlo), hoy me levanté de un salto cuando vi que faltaba poco para las 9 de la mañana, porque tenía que estar a las 9:30 en la catedral para el ensayo general del Te Deum, con el coro del colegio Santa Marta. Claro que de poco me sirvió el apuro porque mi mamá había ido al súper y no podía irme dejando a mi sobrina y abuela solas. Aproveché el tiempo y terminé de pintar el mástil de la bandera mientras ella llegaba, gracias a lo cual me sentí un poco menos inútil que en el común de mis mañanas.
Con bastante atraso íbamos llegando mi hermana Pau y yo al ensayo cuando desde afuera de la catedral escuchamos al coro, lo que me satisfizo sobremanera, ya que las niñas no contaban con amplificación. Pensé entonces en lo grandioso que sonará en la ceremonia...
¡¡Sorpresa!! A diferencia de todas las anteriores ceremonias que hemos cantado allí, en las que el coro se situaba arriba, esta vez nuestra ubicación será en el altar, detrás del celebrante. Mmmm, esa era una mala señal. Desde hace un tiempo venía considerando la opción de cambiar mis pantalones de actuación porque los viejos ya no me gustan nada, pero no me había apurado pensando que cantaríamos arriba, fuera de la vista de la gente. Ahora todo cambiaba y anoté en mi agenda mental de cortísimo plazo (o sea hoy mismo)que debía comprarlos si o si.
El coro me dio una gran felicidad, lo mejor del día: las contraltos, con quienes estuve trabajando durante la semana sonaron estupendo. Estaban realmente seguras de todas sus partes y pusieron lo mejor de sí. No se si me sentí más orgullosa mientras las oía o cuando mi maestra se acercó a felicitarme por mi "excelente trabajo" (esas fueron sus palabras). Obviamente retransmití la felicitación a las niñas, después de todo, ningún esfuerzo tendría valor si ellas no lo pusieran en práctica.
Durante el recreo me dediqué a hacer fotosíntesis y disfrutar de la colación, dado que la Pau y yo, por esta vez, saltamos el desayuno. En ese momento mi maestra nos hizo una invitación irrechazable. En octubre habrá un festival nacional de coros en San Antonio. Si el coro Santa Marta va, habría dos lugares asegurados para la Pau y para mí. ¿Como voy a decir que no? Ese fue otro gran momento del día.
Al final del ensayo vino uno más. El profesor de piano me dijo que acomodará el horario para que la Pau y yo podamos comenzar nuestras clases. A estas alturas yo venía dando por muerta la posibilidad de comenzar este año, pero al parecer no todo gira en mi contra.
En la tarde tuve ensayo con la coral. Me gustó mucho porque, al ser la única contralto presente, me sirvió como prueba de cuán aprendida tengo la cantata. Resultado: todo ok. Al fin he vencido aquella cuarta estrofa de la canción final, que era mi bestia negra. Y el epílogo... ¡¡¡malditas notas raras, las tomé por fin!!!
En fin, otra cosa buena.
Ahora, el por qué este día no fue perfecto. Odio ir de compras. Las personas suelen creer que me encanta, pero la realidad es que me gusta la ropa, las cosas lindas, pero no el fastidioso acto de probarte uno y otro hasta dar con el adecuado. Y mi gran problema es con los pantalones. Casi nada me gusta, y tener que probarme es una tortura para mí. Maldita hiperlordosis. Lo peor es que, a medida que veo más ropa la voy encontrando más y más fea, y al final sólo quiero huir de la tienda.
Al menos encontré el pantalón ideal. Como estaba a dos por uno, tuve que buscar otro pantalón... eso fue horrible. Llegué a decirle a mi mamá que buscara uno para ella, pero como es tan buena como una madre Teresa, me buscó uno y otro pantalón hasta darme en el gusto. O medianamente. La verdad es que no le quitaré ninguna etiqueta y, con más calma, iré otro día a cambiarlo. Claro que no será por un pantalón. No si quiero mantener mi cordura...
Una chaqueta estará bien.
En resumen corrí todo el día, lo que es bueno porque así no tengo tiempo de pensar y deprimirme. Ups!!! ya es 18 de Septiembre. Que viva la patria y me voy a acostar porque empezamos a vocalizar a las 9:30 am.
Buenas noches.